jueves, 25 de febrero de 2010

'Bonjour' desde Cafebabel...


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El tiempo se le va a uno de tal manera que a veces hasta se le olvida que tiene un blog, y lo descuida, pero sólo temporalmente. He estado un tanto desconectado las últimas semanas porque se me acumulan las más diversas tareas y no me queda tiempo ni para sentarme a escribir. Con todo, la vida sigue bajo mi cielo bajo Berlín. De hecho, escribo desde la pequeña y agradable redacción de la web cafebabel.org situada en la rue Sant Denis número 226, París. Una página de jóvenes periodistas que edita reportajes en todas las lenguas oficiales de la Unión Europea con el apoyo de la Comisión. Un proyecto interesante con el que ya había colaborado anteriormente. Ahora tengo la oportunidad de conocerlos en persona. Un placer.

Cafebabel me ha invitado a escribir sobre la situación en las banlieues parisinas cinco años después del estallido de la primera ola de violencia y rabia antisistemas. Sólo cuatro días para abordar un tema tan vasto y complejo, y también tan apasionante. Las preguntas que me asaltan a bote pronto: ¿qué se está moviendo a nivel político entre los más pobres de los pobres del corazón del primer mundo? ¿Cómo está afectando la maldita crisis al extrarradio parisino? ¿Qué queda de la revuelta?: ¿sólo cenizas o el saludable sustrato regenerador que puede dejar tras de sí cualquier proceso destructivo? Intentaremos darles repuesta....

martes, 16 de febrero de 2010

Hartz IV: más grietas en el Gobierno alemán

“Que en Alemania uno sea atacado por defender que aquél que trabaja tiene que tener más que el que no lo hace es socialismo mental”. Palabras de Guido Westerwelle (FPD), ministro de Exteriores alemán y socio liberal de la canciller Angela Merkel. En unas declaraciones publicadas el pasado viernes por el diario regional Passauer Neuen Presse, Westerwelle cargaba sin tapujos contra el reciente fallo del Tribunal Constitucional sobre el actual sistema que fija la ayuda social conocida popularmente como Hartz IV: el subsidio para parados de larga duración y unidades familiares sin ingresos.

Según el tribunal, el sistema de cálculo es poco transparente y las ayudas, insuficientes para garantizar un mínimo existencial digno. Por tanto, el sistema es “inconstitucional”, pues choca contra el artículo 1 de la Carta Magna. Todo un varapalo jurídico a una de las columnas vertebrales del plan de recortes sociales introducido en 2005 por el Gobierno rojiverde del ex canciller Schröder. Actualmente, los adultos solteros desempleados de larga duración reciben 359 euros mensuales. Las unidades familiares sin ingresos, 646 euros, más una ayuda por cada hijo que oscila entre los 215 y los 287 euros. Alrededor de 6,5 millones de personas viven exclusivamente del Hartz IV (1,7 de ellas niños).

A pesar de que la sentencia del Constitucional no establece una cifra concreta de dinero, parece claro que Berlín se verá obligado a desembolsar más dinero de una manera u otra, aunque no sea con un aumento directo del Hartz IV. La Agencia Federal de Empleo calcula que un incremento de los 359 a los 420 euros mensuales supondría 10.000 millones de euros adicionales para los presupuestos públicos. Además, y dados los bajos sueldos de algunos sectores, ese aumento también provocaría un probable crecimiento del desempleo voluntario: no trabajar saldría más económico que hacerlo por sueldos míseros.

Teniendo en cuenta las firmes intenciones del FDP de aplicar sus prometidas rebajas fiscales, y la no menos firme posición del ministro de finanzas, Wolfgang Schäuble (CDU), de recortar los gastos públicos a partir de 2011 en busca del equilibrio presupuestario, la reacción de Westerwelle parece comprensible: la decisión del Constitucional estrecha aún más el margen para bajar los impuestos. Merkel, a través de una portavoz, se desmarcó la semana pasada de las declaraciones de su socio. El Gobierno tiene hasta el próximo 31 de diciembre para reformar el sistema de ayuda asistencial: la decisión del Constitucional amenaza hasta entonces con abrir nuevas grietas en la coalición de conservadores y liberales.

martes, 9 de febrero de 2010

Vuelve el netlabel: seguid bailando, malditos...

Tengo una colega que hace música y me dice que hay demasiados músicos. Demasiado ruido, me dice. Tengo otro colega que además de hacer música sabe de música, y me dice que el futuro está en el netlabel. Que mal pagada está la música, suspira cabreado otro músico por allí, al fondo de la sala. Para aquéllos que no lo sepan, un netlabel es un sello discográfico que distribuye su música en formato digital (normalmente MP3 u OGG) a través de la red. Un sello online funciona como un sello discográfico tradicional a la hora de producir y promocionar proyectos musicales. La mayoría utiliza tácticas de marketing de guerrilla para promocionar su trabajo. Pocos sellos online dan beneficio a sus clientes. O al menos es lo que se asegura nuestro todopoderoso señor Wikippedia. Y Alemania es puntera mundial en la cultura netlabel, me dice el colega que hace música y sabe de música.

En octubre pasado se celebró en Berlín un importante festival del ramo: el Netaudio 2009, un intento de bofetada en la cara de la industria musical tradicional. Digo un intento porque no parece que el evento cubriese las expectativas que había creado. Sea como fuere, un intento digno. Recientemente, la web de distribución de música libre con licencias abiertas de Creative Commons Jamendo, que entronca con la ideología netlabel, salía a la venta en un intento de sobrevivir como proyecto digital. Algo calificado de "fracaso" por el gurú de los nuevos medios Juan Varela. Fracaso o no, la cultura de distribución abierta y gratuita, no sólo de música sino de contenidos culturales en general, ha abierto indudablemente una brecha en la coraza de la industria musical tradicional, pero no parece que la vaya a poder sustituir tan fácilmente. El proceso de transformación, moldedado por los inescrutables caminos que traza Internet, sigue abierto.

La vida digital bulle en Berlín. Quizá porque no hay interés económico alguno como transfondo. Quizá por aquí ya todo esté perdido y sólo se pueda ganar. Un ejemplo de ese bullicio: el próximo jueves 11 comienza un festival-encuentro de netlabels en la hausprojekt Rauchhaus. Durará hasta el domingo por la mañana y en el se presentará en sociedad el netlabel berlinés-barcelonés Música Vermella. ¿Música Vermella? Tal y como me explica uno de sus creadores, "es un proyecto orientado a la difusión de ideas y sensaciones en forma de música electrónica y experimental, alrededor del dubstep, el IDM, los breaks y todo lo que supone una evolución de todos estos estilos y que además generan un interés especial por la música acústica contemporánea y su escena performática". ¿Y la idea de las jornadas?: "Tratar de difundir todo lo que rodea a la cultura netlabel, la música libre y las nuevas formas de edición y difusión musical que tenemos en la era digital". O sea, abofetear al monstruo discográfico-industrial. O al menos, intentarlo.

Del "manifest sorollista" del netlabel Música Vermella me quedo con una frase: "El animal humano ha perdido toda su decencia y se presenta ahora como un icono representativo de la mecanización social y su clasificación organizada en modelos y estereotipos, los dioses de esta nueva era son antiterroristas, y se manifiestan tiernos y discretos, anestesiantes y fulminantes". Amén. Mientras tanto, bailad malditos, vosotros seguid bailando...