jueves, 26 de marzo de 2009

El final de Karmanoia

Quizá el cielo que hay bajo Berlín esté muriendo poco a poco. Casas okupadas, proyectos de arte y cultura de orientación autónoma e ideas que desafían la lógica de intercambio capitalista ven como la ciudad-marca y la intención de embellecer la realidad urbana se van imponiendo poco a poco, y sin hacer mucho ruido. Tranquiliza, por otra parte, que la capital alemana sea tan extensa, tan grande y esté tan vacía, factores que permiten que cueste imaginarse un Berlín barcelonizado.

En la Mainzerstrasse nº5 morirá al final de esta semana un lugar, para mi gusto, referencial en el salvaje Neuköln. Un lugar donde se respira buen ambiente y libertad, donde se hacen y deshacen proyectos de teatro, música y demás con desparpajo y originalidad envidiables. No en vano, el lema de Karmanoia es: "Wir machen!"

Se trata de todo un bloque de viviendas de cuatro plantas que, pese a mostrar una apariencia de casa okupada, ya no lo es. Karmanoia es un típico ejemplo del proceso de postokupación que se ha desarrollado en esta ciudad desde antes de la caída del muro. Sus habitantes y visitantes pagan (poco) por vivir y por entrar allí. A cambio, uno accede a un espacio lleno de magia psicodélica, desbocada creatividad y sonrisas limpias, sanas y espontáneas.

"Hace un par de meses nos enteramos de que el dueño del bloque quería renovar el inmueble, y nos comunicó que nos teníamos que marchar a finales de marzo", me comenta apoyado en la barra del bar-camarote situado en las entrañas del edificio, entre el teatro y el laberinto, Andrija, uno de los habitantes del lugar. "¿Tristeza? La verdad es que no. Lo que hemos construido aquí desaparecerá físicamente, pero todo queda en la memoria de la gente, en nuestras cabezas. Te digo más: creo que hasta mejor que esto desaparezca: ya estábamos atrayendo a demasiados turistas. Por ver estar si Karmanoia renacerá en otro hueco de Berlín."

La casa ofrece esta semana un cargado programa que deparará más de una sorpresa. Si estás en Berlín, y te gusta ensuciarte, no dudes en pasarte por allí. El domingo se baja el telón.

Aquí os dejo con una de las magníficas escenas paridas en los pasillos de Karmanoia. Sin palabras:

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